domingo, 4 de diciembre de 2016

Certificación a Psicólogos especialistas en Medicina Reproductiva

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El pasado 17 de noviembre de 2016, la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva, SAMeR, entregó la primer certificación a Psicólogos especialistas en Medicina Reproductiva.
Fue un orgullo haber formado parte de la primer camada de profesionales. Y fue un honor haber recibido el título de la mano del presindente de SAMeR, Gustavo Martinez y la actual Secretaria de SAMeR, la Dra. Stella Lancuba.
Todo mi agradecimiento a Fernanda Aleman por su colaboración permamente a que la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva continúe en constante crecimiento.

martes, 6 de septiembre de 2016

Cómo y cuándo contarle a nuestros hijos nacidos por tratamientos.



Luciana Mantero para #BorderPeriodismo
Especialistas aconsejan cómo, cuándo y qué cosas tener en cuenta a la hora de contarles la verdad a nuestros hijo nacidos a partir de tratamientos de reproducción asistida. 
Entre médicos psicólogos hay consenso sobre la importancia de contarles la verdad sobre su origen a los niños nacidos mediante técnicas de reproducción humana asistida (TRHA), nacidos con óvulos o espermatozoides de las parejas y, en especial, con gametos donados. Entre otros beneficios, sostienen los profesionales, saberse tan buscados y deseados favorece el vínculo de amor y su autoestima Pero… ¿cómo, cuándo y qué cosas tener en cuenta a la hora de contarles la verdad?
“Hay que hablar del tema desde la primera infancia, incluso desde que son bebés -sostiene la psicóloga Estela Chardón, de la ONG Concebir y mamá de dos hijas nacidas por ovodonación”. Para la especialista, es importante aprovechar el interés del niño en temas vinculados a la reproducción: de dónde vienen los bebés, qué tiene en la panza una mujer embarazada, cómo nace un hermanito de un compañero del jardín o de la familia, cómo nació él mismo.
“Cuando se habla entre los 2 y 4 años, hay que utilizar un lenguaje simple, claro y breve. Tener en cuenta la capacidad de comprensión y de atención. A medida que el niño crece, es importante responder sus preguntas, y relacionar el tema de la donación  con los temas que aparecen tanto en el colegio como en las películas o series que ven. No temer usar palabras como óvulo, célula o espermetozoide…los chicos de hoy hablan de “internet”, “wifi”, “tablet’ con la misma facilidad que pueden entender palabras de la biología”.
Para Chardón “no se trata de contar una historia, se trata de iniciar un diálogo prolongado, que se irá complejizando a medida que los hijos crecen. Se trata de informar que por suerte en nuestro país tienen derecho de acceder a la información que deseen o necesiten sobre su donante (se refiere al artículo 564 del nuevo código civil) y que sus padres los acompañarány ayudarán en lo que sea necesario. Esto reduce la ansiedad y da un cauce a la curiosidad normal de todos los hijos”.
Estela Chardón y su hija Iara, nacida a partir de una ovodonación.
Estela Chardón y su hija Iara, nacida a partir de una ovodonación.
La doctora en psicología y especialista en infertilidad y conformación de familias Leticia Urdapilleta aconseja que antes de contarles la verdad “es importanteinformarse e instruirse con profesionales especializados en psicología de la infertilidad”. Ella sugiere hablar con los hijos cuando son muy chiquitos, ir agregando información con el tiempo y ayudarse con libros infantiles especialmente escritos para ese fin.
Algunos de los títulos en el mercado son: Así fue como llegaste, de Silvia Jadur y Contanza Duhalde, Mi pequeño milagro, de Pilar Dolz del Castellar y En Busca del Atesorado Bebé Canguro, de Carmen Martínez Jover. Hace algunos meses se editó Una historia especial, de Marianela Casanova,  que cuenta la historia de un niño que nació por la decisión de una madre soltera, con donación de espermatozoides.
Una historia especial libro
Los secretos en las familias suelen ser dañinos, más aún cuando se develan de forma accidental; el derecho a la identidad y a conocer el origen abarca a todas las personas; (saber la verdad) es importante para la salud física del nacido y de toda su descendencia”, sostiene Urdapilleta. “La apertura -agrega- brinda “confianza básica” (ese sentimiento de seguridad que un niño adquiere en su vínculo con los demás y con él mismo), y los protagonistas, o no, en su desarrollo, son los padres. Cuando la falta de verdad vulnera la confianza, puede provocar trastornos en la persona y en las relaciones con el entorno (…)”. Para esta psicóloga “no es conveniente enterarse de que uno no comparte ADN con uno o ambos padres durante la adolescencia o adultez; más aún si esta información se reveló de manera accidental, ya que suele conducir a la conmoción, enojo, desilusión, decepción y resentimiento con los padres por las mentiras y engaños”.
reproducción asistida“Cada uno tiene que encontrar su propia manera de relatarle a su hijo cómo fue el camino recorrido”, opina por su parte la psicoanalista Laura Wang. “Es bueno que la historia de su concepción -agrega-  haya circulado con palabras entre quienes forman parte del universo de los padres y haya estado al alcance del niño. Así cuando el niño pregunte sobre cómo llegó al mundo el relato habrá formado parte de su historia”. Para hablar sobre el origen, sostiene Wang, hay que esperar que el niño pregunte, no antes, pues a veces el apremio de los padres a dar cierta información genera angustia en los niños. Y concluye: “hablar con un hijo sobre lo difícil o compleja que fue su concepción ofrece a los padres la posibilidad de conectarse con variadas emociones que fortalecen el lazo de amor entre ellos

XVII Congreso Argentino de Medicina Reproductiva. SAMeR 2016


El 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre se llevó a cabo en la Provincia de Tucumán el XVII Argentino de Medicina Reproductiva organizado por SAMeR.
Tuve la oportunidad de exponer una capacitación para psicólogxs de Salta y Tucumán y luego brindar una charla abierta a la comunidad, para pacientes.
Me acompañaron el Dr. Gustavo Martinez, actual presidente de SAMeR; y la Dra. Roxana Chahla actual Ministra de Salud de la Provincia de Tucumán.





Encuentro con Soñadoras

El sábado 3 de Septiembre de 2016 la Dra Paula Castro y Luciana Mantero me invitaron a compartir un espacio de reflexión junto con un grupo de mujeres que están atravesando el, a veces para algunas, complejo camino para llegar a la maternidad.
Luciana nos contó cómo fue su experiencia y leyó algunos fragmentos de su libro "El Deseo más Grande del Mundo".
Charlamos sobre los diferentes tiempos: el tiempo del deseo, el del cuerpo, el de la medicina y el de las coberturas médicas. Charlamos sobre cómo impacta la ley 26,862 en nuestra comunidad y las que se animaron contaron cómo sienten el camino que van recorriendo.

viernes, 19 de agosto de 2016

Investigación sobre mujeres donantes de óvulos.

Luego de cuatro años de trabajo realizando evaluaciones psicológicas a mujeres que quieren ser donantes de óvulos, con la colega Diana Pérez desarrollamos una investigación sobre el perfil de las mujeres donantes de óvulos. 
El objetivo de la investigación fue:
*Conocer el perfil socio-demográfico al que pertenecen las asistentes a los Programas de Donación de Gametas.
*Visibilizar a las mujeres donantes como sujetos, como personas.
*Explorar cuáles son las motivaciones que se ponen en juego al decidir acercarse a la donación de óvulos.
Fuimos invitadas a exponer nuestra investigación al IFER, instituto de ginecología y fertilidad; a la Facultad de Psicología de la UBA, a la práctica "El rol del psicólogo en las TRHA"; a las Jornadas científicas organizadas por SAMeR (Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva); al curso de posgrado sobre Técnicas de Reproducción Asistida de la Facultad de Derecho de la UBA; a la maestría y especialización en derecho civil constitucionalizado de la UP.

Hijos nacidos por tratamientos: ¿Hay que contarles la verdad?



La mitad de las parejas que tienen hijos con donación de óvulos no le cuentan a sus hijos la verdad sobre su origen. Psicólogos y médicos argumentan por qué siempre es mejor decir la verdad y cómo esto fortalece el vínculo de amor entre padres e hijos.
De acuerdo a la única encuesta hecha en Argentina la mitad de las parejas que tienen hijos por donación de óvulos no les cuenta a sus hijos la verdad sobre su origen
Los médicos especialistas sostienen que la misma tendencia se da en el caso de niños concebidos con donación de espermatozoides e incluso con gametos propios, mediante técnicas de reproducción asistida (TRHA).  
En esta nota de #BORDER, psicólogos y médicos argumentan sobre por qué es fundamental hablar con los niños sobre su origen.

familia










Para la psicoanalista y especialista Laura Wang, “es por el amor que sienten los niños hacia sus padres, que los niños le dan crédito su la palabra, le dan valor a aquello que sus padres le cuentan. Desde allí la importancia de decir la verdad. Por amor; no hay otro motivo. No hay que pensarlo solamente desde el lugar que ocupa la responsabilidad de ser adulto. Si los padres les mienten sobre las particularidades de cómo llegaron al mundo, ponen en juego el amor y la confianza (devenida de ese amor) que sus hijos sienten por ellos”.
Acá podes leer la nota completa:
http://www.mariajuliaolivan.com.ar/2016/08/19/hijos-nacidos-por-tratamientos-hay-que-contarles-la-verdad/

sábado, 11 de junio de 2016

Consejos para cuidar la Fertilidad


Una de cada seis parejas y cerca de un millón de mujeres en la Argentina tienen problemas para concebir o para llevar un embarazo a término. Junio es el mes internacional del cuidado de la fertilidad, una iniciativa que surgió de la Asociación de Fertilidad de Estados Unidos y se extendió en las últimas décadas a todo el mundo. Aquí, algunos médicos dan los principales consejos para anticipar la llegada de una paternidad sin sobresaltos. 
En los últimos años en Argentina –y es una tendencia mundial– la edad en la que las mujeres deciden ir por su primer hijo (en especial en las clases socioeconómicas más altas) va en aumento, así como la cantidad de tratamientos de alta complejidad que se hacen. Crece también, de manera acelerada, las prácticas con óvulos y espermatozoides donados, que representan el 30 por ciento de las prácticas. Las mujeres acuden a un especialista para la primera consulta, en promedio, a los 37, según datos de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER).

“Cuando estaba en la panza de su madre una mujer tenía entre siete y ocho millones de futuros óvulos (células germinales femeninas). Nació con un par de millones y al menstruar por primera vez, le quedaban unos trescientos mil y de menor calidad. La tendencia a la extinción sigue su proceso, por eso después de los 35 las chances de quedar embarazada son muchísimas menos, y las posibilidades bajan dramáticamente cada año. Se prevé que en 2020 viviremos hasta los 90, pero que nuestro primer tercio de vida seguirá siendo el más fértil”, cuento en el libro El deseo más grande del mundo. Testimonios de mujeres que quieren ser madres (Paidós).
“Retrasar la edad gestacional reduce las posibilidades de llevar a cabo un embarazo. La edad materna avanzada, cada vez más común entre las mujeres, es sin duda uno de los principales factores que tienen impacto en la búsqueda de un embarazo. La posibilidad de lograr un embarazo cuando cada mujer lo decida tiene que ver con el empoderamiento que han logrado sobre su propio cuerpo las mujeres a través de los derechos sexuales y reproductivos, sobre todo desde la aparición en los años sesenta de la píldora anticonceptiva. La idea de que puedo embarazarme cuando lo decida es un derecho y también se ha transformado en una fantasía muchas veces alejada de la realidad.
El costado narcisista de “puedo embarazarme cuando yo quiera” impacta sobre el cuerpo biológico, real, marcado por el paso del tiempo, donde ya se ha generado un declive en la fertilidad”, dice la psicóloga especialista Laura Wang, asesora del Ministerio de Salud de la Nación. La entidad acaba de lanzar una campaña en este sentido.

“La mejor edad para tener un hijo, desde el punto de vista meramente biológico y evolucionista, es antes de los 30, es más, alrededor de los 23 a 25 años.  Aunque el espejo nos devuelva una imagen favorable, seguimos portando ovarios que empiezan a prender una luz de alerta a partir de los 35 a 37 años, igual que cuando el auto empieza a avisar que está circulando con la reserva. Si además tuvimos una mamá que dejó de menstruar temprano, antes de los 45, es posible que tengamos la misma “marca de fábrica”, y tengamos menos “combustible” que la media de las mujeres.
Cómo cuidar la fertilidad?
No fumar o dejar de fumar, pues el cigarrillo (de tabaco o marihuana) dañan la calidad tanto del óvulo como del espermatozoide.
Controlar el peso: se ha demostrado que la obesidad disminuye las tasas de embarazo; aunque tampoco es buena la delgadez extrema. En este sentido el año pasado la ONG Concebir inició una campaña para concientizar sobre los perjuicios de la bulimia y la anorexia en la fertilidad de las mujeres. Para Nabel comer de manera equilibrada, con una dieta rica en frutas, verduras, cereales, lácteos y pescados ayuda a la cuestión, además del ejercicio físico regular.
“También exponerse cuidadosamente al sol puede contribuir a aumentar los niveles plasmáticos de Vitamina D, cuyos beneficios sobre la calidad endometrial favorecerían la implantación y disminuirían las tasas de abortos espontáneos”, agrega.
“La fertilidad es una variable compleja en la que intervienen factores biológicos, emocionales, ambientales, culturales, entre otros, que, según cómo se presenten, pueden favorecer o no el embarazo”, dice por su parte el doctor Sergio Pasqualini, autor del libro Cuidar la Fertilidad (Paidós). El especialista resalta la importancia de hacerse controles médicos periódicos y uno anual ginecológico que ayude a detectar o controlar distintas afecciones que podrían ocasionar consecuencias importantes como la infertilidad.
Tanto Pasqualini como Nabel hacen hincapié en que el estrés y la ansiedad jugan en contra de la concepción. Para contrarrestarlo Pasqualini sugiere las “actividades mente-cuerpo”, pues sostiene que ha sido demostrado que pueden aumentar la frecuencia de embarazos naturales espontáneos, cuando están dadas las condiciones para que ello ocurra, así como la efectividad de los tratamientos de fertilización asistida. Nabel propone en la misma línea consultar con un psicólogo, que trabaje en equipo con el médico si se está haciendo un tratamiento. Y agrega qu puede complementarse con ejercicios de respiración, yoga, meditación, acupuntura y otras medicinas alternativas.
Los tres médicos consultados recomiendan, si se decide postergar el momento de ser padres, la posibilidad de vitrificar (congelar) óvulos o espermatozoides. “El beneficio es que se conservan gametos de la “edad” del momento en que se congelaron y está probado que pueden permanecer congelados muchos años”, sostiene Pasqualini. Por su parte para Bartolozzi “es un procedimiento muy noble, ya que en buenas manos se recuperan nueve de cada diez congelados y podemos decir que guardan casi la misma tasa de embarazo que si utilizáramos ovulitos frescos”.

Fuente: Luciana Mantero #BorderPeriodismo


domingo, 15 de mayo de 2016

Reunión comité de expertos en Fertilización Asistida: Criopreservación de Embriones




El pasado jueves 12 de Mayo de 2016, desde el programa de Fertilización Asistida del Ministerio de Salud junto al Dr. Nicolás Neuspiller convocamos un comité de expertos, compuesto por médicos y biólogos para tratar el tema "Embriones Congelados". 


COMITÉ DE EXPERTOS EN FERTILIACIÓN ASISTIDA 

-DR. EDGARDO ANDREATTA 
Presidente de la Asociación Argentina de Centros de Fertilidad 

-DR. MARCOS HORTON 
Representante argentino ante la International Federation of Fertility Societies 

-DR. SERGIO PROVENZANO 
Decano de la Facultad de Medicina y Profesor de la primera catedra de ginecología de la UBA 

-DR. GUSTAVO MARTINEZ 
Presidente de la Sociedad de Medicina Reproductiva. SAMER 

-DR. SERGIO PAPIER 
Presidente de la Asociación Latinoamericana de Medicina Reproductiva 

-DR. ROBERTO COCO 
Académico de la Academia de Bioquímica de la UBA 

-DR. EDGARDO YOUNG 
Académico de la Academia de Medicina de la UBA


La intención de la reunión fue conversar sobre el estado de los embriones congelados que permanecen en los centros de fertilidad, con técnicas de congelamiento actualmente en desuso, y que habiendo pasado más de diez años los pacientes no han vuelto a buscar.

Cada participante pudo explayarse sobre la ley especial en fertilización asistida que viene a ordenar este complejo problema. La ley tiene media sanción en diputados y espera ser aprobada en senadores e intenta legislar sobre la protección del embrión poniendo como protagonista los derechos de las personas. 

De esta manera quienes realizan técnicas de reproducción asistida y eligen criopreservar embriones van a poder decidir sobre el destino (uso, donación, investigación, descarte) de los mismos a través de los consentimientos informados, otorgándole a través de este documento el sentido que cada uno elija según sus propias creencias y necesidades. Por otra parte obliga a los pacientes a pensar a priori sobre el compromiso que supone el acceso a las técnicas de reproducción humana asistida. 

Lic. Laura Wang
Psicóloga y Psicoanalista
especialista en Medicina Reproductiva.
 


sábado, 30 de abril de 2016

Un libro para hijos de madres solteras por elección



















EL 30 de abril de 2016 se presentó el libro "UNA HISTORIA ESPECIAL" de Marianela Casanova.

Allí estuve con Isabel Rolando y Estela Chardon de Concebir, Gustavo Martinez el presidente de la Sociedad de Medicina Reproductiva y Maria Fernanda Aleman de SAMER.
El libro está pensado para niños de 3 a 5 años de edad.

Es una herramienta para la madre al momento que decida contarle a su hijo cómo fue concebido.

El libro subraya la importancia de contar la verdad como fuente de confianza en los primeros vínculos.


Lic Laura Wang
Psicóloga y Psicoanalista
especialista en Medicina Reproductiva










martes, 15 de marzo de 2016

Qué sienten los pacientes cuando consultan a un centro de fertilidad

No estamos solos: qué nos pasa cuando buscamos un embarazo que no llega
Cuando nos damos cuenta de que ese hijo no llegará tan fácil y corremos a los brazos de la ciencia en busca de ayuda, empezamos un camino turbulento. Llenamos nuestra agenda de turnos médicos, ponemos el cuerpo en estudios invasivos, vemos trastornarse nuestra vida íntima y de pareja y nos preguntamos ¿Por qué a mí? Somos muchos, no estamos solos entérate cómo transitarlo mejor.
Es difícil generalizar pero, en general, cuando nos encontramos con un diagnóstico de infertilidad, es decir, cuando después de un año de buscar un hijo con relaciones sexuales frecuentes sin métodos anticonceptivos un médico nos da su sentencia, nos revuelve un tsunami.
Sentimos frustración porque ese deseo tan fuerte de querer tener un hijo amenaza con quedar trunco y, aunque nos den alternativas esperanzadoras, pensamos en todos esos hijos que surgen sin tanta angustia y de una noche de placer, nos llenamos de bronca, nos preguntamos ¿Por qué a mí?
La Organización Mundial de la Salud ha definido a la salud reproductiva como “el estado general de bienestar físico, mental y social, y no una mera ausencia de enfermedad o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos. Por ello, se debe tener en cuenta que la imposibilidad de procrear es una deficiencia que puede afectar en forma real y efectiva la calidad de vida, siendo que la salud reproductiva involucra la salud psicofísica de ambos cónyuges, además de su derecho a procrear”, sostienen desde la ONG Concebir.
No es fácil atravesar la infertilidad. Muchos médicos minimizan el problema porque no hay riesgo de vida. “Hay cosas peores”, te dicen algunos; otros más religiosos que “Dios no lo quiere”, algún tercero: “Tenés que soltar y va a llegar”. No hay certezas. Mientras tanto vos te aferrás a la esperanza de que con ayuda de la ciencia el embarazo el hijo llegará pronto, pensás que es sólo un desvío y corrés a los brazos de la medicina reproductiva en busca de ayuda.
“Cuando una mujer tiene que encarar por primera vez un tratamiento de fertilidad, generalmente llega con bastante frustración por no haber logrado el embarazo de forma espontánea. A veces con mucha angustia por haber recibido un diagnóstico médico que explica sus problemas reproductivos, pero también con un alto grado de ilusión por el comienzo de una nueva etapa: la medicina reproductiva puede ayudarme”, dice la psicóloga Laura Wang, especialista en medicina reproductiva.
No estamos solos. Con algunas variaciones, esto nos pasa a la mayoría de quienes nos topamos con este “martes 13”, como lo cuento en mi libro El deseo más grande del mundo. Testimonios de mujeres que quieren ser madres (Paidós), como se animó a contarlo María Julia aquí, en Border, o la periodista Milva Castellini.
Entonces empieza un camino en el que nuestra vida queda de alguna forma entre paréntesis, poniendo el cuerpo en tratamientos invasivos, llenando nuestra agenda de turnos médicos, esperando horas y horas en salas de espera desangeladas, recordándonos en voz alta o mentalmente que estamos allí por nuestra propia voluntad, pero queriendo en secreto salir corriendo.
Tal vez desistamos de cambiar de trabajo -si lo tenemos- porque no queremos perder los beneficios; posterguemos la idea de mudarnos, o nos hayamos mudado hace poco y pasemos cada día por “ese cuarto que espera”, el cuarto del hijo por venir, con cierta angustia. Seguramente cada pregunta de “¿Y? ¿Ustedes para cuándo” sea como una puñalada.
El promedio de las parejas tardan tres tratamientos de fertilidad, tres intentos, en lograr un embarazo, según la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva. Otras tienen más suerte; otras menos. Algunas se estancan años en esta búsqueda. Hay quienes logran convivir con ella de manera más fluida, hasta decir basta. No hay medidas respecto de hasta dónde llegar con los intentos. Depende de cada uno y de su subjetividad
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“Los centros de fertilidad son lugares de mucha ambivalencia. Por un lado es la solución a los problemas y al mismo tiempo, les recuerda que algo en su capacidad reproductiva no anda bien y necesitan ayuda”, comenta Wang. Y agrega: “Muchas veces el diagnóstico no es preciso (¿Tal vez la calidad ovocitaria? ¿O el grosor del endometrio? ¿La movilidad de los espermatozoides? ¿Será que tengo algo que impide la implantación?) Y todas las pacientes se ubican en una posición activa y se preguntan con ansiedad si tienen algo para hacer. La tendencia es a controlar: estudios, fechas, información. Pero creo que lo mejor que pueden hacer es (activamente) generar el espacio y las condiciones propicias para dejarse (pasivamente) fecundar por el deseo de maternidad que las llevó hasta allí”.
Somos muchos, cada vez más con la postergación de la maternidad. Una de cada seis parejas es el dato más conservador. Los números del sector, si bien no hay estadísticas oficiales, van en alza.
En su libro Auxilo el bebé no llega (Siglo XXI), las psicólogas Silvia Jadur y Viviana Wainstein dan una serie de sugerencias para atravesar esta etapa pensando siempre que ante la angustia que supone la no concreción de ese deseo, las personas “no infertilicen el resto de su vida”. “No poder nunca es el principal, temor, la sensación de pánico de que el tiempo va pasando y que no se consigue. Hay que ofrecer tranquilidad, siempre se puede armar una familia, siempre”, dice Silvia Jadur. “Hay muchas puertas para abrir, distintos tratamientos, desde sencillos a los de alta complejidad; cuando no hay óvulos que tengan capacidad de ser fertilizados o espermatozoides, se puede recurrir a la donación de gametas; y otra puerta para abrir es la adopción, que es otro camino para ser padres”, agrega Wainstein.
La periodista Milva Castellini, que pasó años buscando a su primer hijo Martiniano, e incluso filmó y dio su testimonio audiovisual de todo el proceso, dice en el Prólogo de Cuidar la fertilidad (Paidós), el libro del doctor Sergio Pasqualini: “Vamos aprendiendo a medida que hacemos camino. Cuando comenzamos un tratamiento de fertilización, no tenemos ni idea de todo lo que nos espera. No sabemos aún todo lo que hay que afrontar.(…) A veces se trata de volver a intentarlo, de confiar, de relajarse, de bajar la ansiedad pero no los brazos”.
Otro tema es la pareja, que muchas veces se desgasta irremediablemente, que ve trastornada su vida íntima, en las que muchas veces hay diferencias en la intensidad del deseo y en hasta dónde están dispuestos a llegar. Castellini cuenta: “Por entonces la búsqueda nos había desgastado como pareja. Necesitábamos volver a estar bien, tranquilos, bajas las tensiones y la angustia. Estaba claro que así como estábamos no podíamos seguir”. “Que alguien tenga el coraje de inventar un Kamasutra con la posiciones más probables para la fecundación. Intertilidad y erotismo deberían ser declarados antónimos por la Real Academia Española”, me río del tema en mi libro, mientras cuento mi experiencia.
Después de haber hablado con muchas mujeres para escribir El deseo más grande del mundo me quedo con una frase de Alejandra, quien perdió varios embarazos antes de la llegada de sus dos hijos, que tal vez pueda ayudarte. Cuando su abuela, que siempre fue su faro, la conminó a seguir adelante y a seguir intentando, ella sintió que no la entendía, que estaba siendo injusta, minimizando su dolor. Después de un tiempo se dio cuenta de que era otra cosa lo que le estaba proponiendo con su mirada ancestral: “Por un lado es aceptar que estás vulnerable, escucharte que querés llorar, que necesitás contención, que no es un proceso fácil. Pero también, es pensar que lo han vivido millones de mujeres, que podés seguir adelante, que no te vas a inundar y a hundir en esa experiencia. (…) Si escucháramos más historias de mujeres, si habláramos más de nuestras pérdidas podríamos suavizar el miedo, el desconcierto, tener un marco de contención para comprender el proceso de la vida. Dejar de pensarlo con omnipotencia y entenderlo como algo más impredecible, como un misterio, como un milagro también. Pensar la maternidad como algo mucho más largo y difícil. Estar preparadas para lo que puede suceder”.